domingo, 18 de julio de 2010

Coaching y Política

En el pasado Congreso de ICF de Barcelona, en noviembre de 2009, tuve ocasión de conocer a Juan Vera Gil, una persona de dilatada experiencia en materia de coaching, que nos deleitó con una ponencia titulada "Coaching y política, un matrimonio de muchos intereses". De hecho, dado que mi empresa era uno de los patrocinadores, tuve el honor de presentar la ponencia de Juan, por lo cual mantuvimos una charla previa en la que compartimos ideas y experiencias sobre un tema tan apasionante.
La verdad es que la charla con Juan y su posterior ponencia me resultaron una experiencia altamente enriquedora. Juan Vera es un ser humano fascinante que, tras ejercer una profesión técnica en España y triunfar en el mundo de las escuelas de negocios (fue director de ESDEN), deciidió iniciar una nueva aventura vital y profesional a miles de kilómetros de distancia. Se trasladó a Chile, cuna del coaching ontológico, donde aprendió con Rafael Echevarría y Julio Olalla, entre otros, y se especializó en coaching para políticos. Juan publica un blog (www.juanveragil.com) enormemente interesante y que recomiendo a todos aquellos interesados en esta materia. A continuación cito textualmente la cabecera de su blog, que suscribo totalmente: "Hace tiempo decidí que mi forma de transformar el mundo en el que vivo sería a través de influir para que las organizaciones sean más humanas y sus directivos con más sensibilidad y mas consistentes con sus valores. Desde mi adolescencia ya sabía que una Misión que me había elegido a mi era la de hacer que el arte y la vida se encontraran en mi camino y preferentemente a través de la palabra". Caray, parece un clon de mi pensamiento.
Todo esto me viene a la memoria en un momento donde, por desgracia, la política en nuestro país se encuentra sumamente devaluada, donde se percibe un desapego total a la actividad política en la mayor parte de las personas, desapego que ralla en el pasotismo total, del que sólo se sale para caer en críticas furibundas de todo tipo y a todo el espectro de ideas de nuestro arco político. Por mi edad, tuve ocasión de vivir uno de los momentos de mayor apasionamiento político de los últimos cuarenta años justo cuando me encontraba en el momento de mayor apasionamiento de mi adolescencia y sin embargo, constato con cierta nostalgia que hoy integro el pelotón de los desapasionados y decepcionados. Peor aún que los decepcionados, a mi juicio, es el pelotón de los "anti", de los que actúan a la contra: "yo soy anti Fulano o anti Mengano, yo haría cualquier cosa para que saliera del gobienrn Fulano, o para que no gobierne nunca Mengano". Guiarse por las actitudes "anti" no sólo me parece inteligente, sino que además llena a las personas de amargura y rencor. Dicen que la Madre Teresa dio en una ocasión: "no me llaméis para una manifestación contra la guerra, llmadme cuando hagáis una a favor de la paz"
Visto lo visto, quisiera creer que con muchos Juan Vera aplicando principios de coaching ontológico a nuestros dirigentes, las cosas pudieran irnos mejor a todos.

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