miércoles, 10 de marzo de 2010

Distinciones

En Coaching Ontológico decimos que una distinción es algo así como una definición de un concepto ajustada de tal manera que nos permite actuar sobre los juicios, razonamientos, emociones o sentimientos de las personas y nos ayudan a transformar sus acciones de manera que consigan los objetivos que se han marcado. Por ejemplo, un mecánico experto en el arreglo de mecánica del automóvil utilizará un lenguaje y una serie de palabras técnicas que le permitirán ser eficiente en la reparación de los motores y comunicar de manera eficaz con otras personas que compartan ese mismo dominio del lenguaje. Sin embargo, esas palabras son desconocidas o incomprensibles para un profano como yo. El profano es “ciego” a ese vocabulario.
Otro ejemplo clásico es el del color blanco. Nosotros, en nuestro entorno cultural y área geográfica usamos una palabra (o a lo sumo dos o tres) para describir el color blanco, pero los esquimales utilizan un número muy elevado de palabras para describir dicho color, porque necesitan un grado de precisión muy elevado. Se puede decir que a ellos les va la vida en el número de distinciones que sean capaz de utilizar para describir e inter-comunicarse características del color blanco.
Todos podemos encontrar ámbitos en los cuales estamos muy especializados y utilizamos un elevado número de distinciones y otros en los que estamos “ciegos”. En mi caso particular, cuando hablo de proyectos y sistemas de información de centros sanitarios, especialidad en la que he desarrollado mi carrera profesional un buen número de años, puedo utilizar muchas distinciones que me permiten comunicar mejor con otros colegas. Sin embargo, en otras áreas como la citada anteriormente de la mecánica del automóvil o la zoología, soy un absoluto profano. Para mí cualquier tipo de animal de la selva es un bicho, desde una araña a un elefante. Por el contrario, un miembro de la tribu de los yanomami del Amazonas puede identificar cada insecto, su sexo, su ciclo vital, sus cualidades, si es peligroso o comestible, porque sobrevive gracias a ese conocimiento.
¿Por qué tanto interés por las distinciones en el coaching ontológico? Porque sólo podemos intervenir en un entorno si poseemos distinciones sobre dicho entorno y, por tanto, sólo podemos intervenir con el lenguaje y mediante el lenguaje si poseemos distinciones suficientemente poderosas sobre el lenguaje.
Cuando explicamos a un coachee la diferencia entre aceptar o tolerar la opinión de otro, o la diferencia entre mostrar la propia vulnerabilidad y parecer débil o la diferencia entre actuar como víctima o como responsable, por ejemplo, le estamos ayudando a conocerse mejor a sí mismo y a los demás, le ayudamos a abandonar posiciones reactivas, en las que se deja llevar por las circunstancias, y adopte una actitud proactiva, en la que tome las riendas de su propia vida, le estamos ayudando a que conozca mejor la capacidad de comunicación efectiva y la posibilidad de alcanzar acuerdos con otros basados en una relación directa y franca, sin ambigüedades, sin manipulación…
Próximamente comenzaré a publicar información sobre algunas distinciones aprendidas en la formación de coach y alguna que otra que yo propongo para que puedan ser utilizadas por los demás.

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