Ego More

Recuerdo que una de las distinciones que más me costó interiorizar en la formación recibida como coah fue la relativa al Ego Less. Este concepto se refiere a la obligación que tiene el coach de pasar a un segundo plano, dejando todo el protagonismo de la sesión al coachee. El coach no es más que el coachee en ningún aspecto y por tanto, no tiene que dar consejos ni ofrecer soluciones a los retos del coachee. En caso de infringir esta regla, el coach estaría ofreciendo un mal servicio al coachee ya que, por un lado, nadie garantiza que la solución ofrecida sea mejor que la que el propio coachee pueda encontrar por sus propios medios. Además, la solución que encuentre el coachee seguro que estará más adaptada a su propia realidad. Por otro lado, dar soluciones es como ofrecer el pescado al hambriento en lugar de darle la caña y enseñarle a pensar. Es más cómodo para el coachee aceptar la solución del coach que buscar una por su cuenta, pero eso no supone un gran aprendizaje, y mucho menos, aprendizaje transformacional.
Creo que las personas que provenimos del mundo de la consultoría, en el cual los clientes nos pagan para que demos soluciones, tenemos gran dificultad para aprender a controlar el impulso de dar respuestas, cuando lo verdaderamente valioso en el coaching es hacer preguntas. Para colmo, muchos consultores tenemos el ego muy hinchado a base de "resolverle la vida a los clientes" y creernos la bomba. En este sentido se puede utilizar la expresión Ego More, en contraposición a Ego Less, como muy atinadamente y con bastante ironía, aportaron unos compañeros durante las jornadas de formación. Pasar de ser un coach Ego More a Ego Less sí que es una gran transformación.