Es lamentable que esa pintada la hayan escrito personas que
estén formándose para ser el motor de la sociedad del futuro. Es deprimente ver
qué falta de ilusión transmite, qué desprecio por la ambición de perseguir los
propios sueños, si es que tuvieran alguno, aparte de que “alguien” (¿quién?
¿papá Estado?) les de una casa, un trabajo y una pensión con las que vivir
cómodamente, sin esforzarse lo más mínimo.
Esto es una herencia de la cultura del mínimo esfuerzo, del
“tengo derecho a todo pero no me comprometo a nada”. Con el tiempo hemos
perdido el ansia de superación, la satisfacción por afrontar y superar retos.
Un reciente estudio ha reflejado que los seres humanos de
hace miles de años utilizaban más eficientemente las capacidades de su cerebro
que nosotros. Evidentemente, ahora tenemos millones de veces más conocimientos
que en aquella época pero, en cuanto a la facultad de pensar, estamos más
atrasados. Según dicho estudio, eso se debía a que en aquella época las
personas tenían que luchar permanentemente por la supervivencia, estaban casi
constantemente al límite y esa situación aguzaba todas las facultades de su
cerebro.
Me parece una reflexión impactante (y además creo que tiene
toda la lógica del mundo). Cuanto menos tenemos que luchar para conseguir las
cosas, más cómodos nos volvemos y más insuperables nos parecen los retos que
nos presenta la vida. Estamos abrumados por la situación actual cuando nuestros
abuelos vivieron, y muchos sobrevivieron, a una terrorífica guerra civil y
posguerra plagada de hambres y privaciones de todo tipo.
Hoy nos falta audacia incluso para planear qué vamos a hacer
con nosotros mismos. Esto tiene que cambiar, hay que tener osadía en todo lo
que hagamos, incluso hasta para rezar. Un admirado amigo y mentor, Paco
Valverde, contaba el chiste de esa persona que oraba diciendo “Señor no te pido
que me des, pero ponme donde haya, que ya cogeré yo”.
La moraleja de todo esto es que no debes esperar a que te
den, muévete, construye, crea, actúa. Exigir está bien pero exigir y no hacer
nada constructivo es una temeridad conformista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario