A mi juicio, lo primero que debemos hacer es cambiar la
pregunta, sustituir el “por qué” por un “para qué”. Cuando nos preguntamos el “por
qué” de algo estamos mirando al pasado y eso es útil para extraer un
aprendizaje, pero ahora lo importante es mirar hacia adelante, encarar el
futuro de otra manera. Si nos preguntamos “para qué” nos pasan las cosas,
estaremos más cerca de encontrarles un sentido. Y yo, aun a riesgo de que me
tilden de loco, a la adversidad de la crisis le encuentro bastantes sentidos.
En primer lugar la crisis nos hace más fuertes. Sólo
aprendemos lo que somos capaces de afrontar cuando abordamos desafíos reales y
estimulantes. Soy un firme partidario del “Estado del Bienestar” pero no del
bienestar regalado, sino del conseguido con esfuerzo y compromiso por las
personas. Seamos serios y maduremos de una vez: la vida regalada vuelve
imbéciles a las personas, las reblandece y les quita poder (me refiero al
verdadero poder, el poder que tiene cada uno para construir su destino).
En segundo lugar, la necesidad de afrontar
la adversidad
estimula a las personas a superar la queja y pasar a la acción. La tentación de
vivir en la queja es atrayente, parece que nos quitamos responsabilidad sobre
nuestro futuro: todo es “culpa de otro”, y por tanto, "que lo arregle el culpable". Puede que haya culpables, seguro que los hay, pero eso no debe ser obstáculo para que nos hagamos responsables de nuestro futuro. La palabra Responsabilidad tiene que
ver con “Respons-Habilidad”, respuesta hábil. Tenemos que ser capaces de
responder con habilidad a los retos que la vida nos presenta, y tenemos que ser
capaces de hacerlo por nosotros mismos, no dependiendo de las ayudas que caen
del cielo.
En tercer lugar, y no menos importante en absoluto, la
adversidad nos ayuda a cuestionarnos permanentemente nuestras elecciones, nos
ayuda a valorar si tiene sentido lo que estamos haciendo. A veces la vida te
golpea para que despiertes de los sueños vanos y te plantees si estás luchando
por tu verdadero sueño. Un ejemplo claro
de esto lo muestra Paulo Coelho en la introducción de su libro “La Quinta
Montaña”, cuando refiere que su pasión desde siempre fue ser escritor pero la
vida profesional le llevó por otros mundos. Cuando había alcanzado en su
empresa una posición de gran nivel se planteó renunciar a su sueño porque el éxito
económico podía compensar la insatisfacción personal. En ese momento fue
despedido y pasó varios años pensando “¿Por qué me ha pasado esto?”. Hasta que
al final descubrió que aquel golpe le puso en el sendero que realmente había
soñado.
Debo confesar que en estos momentos de crisis, en los que es
tan difícil consolidar el proyecto que arrancamos hace ahora tres años, la
empresa Poder Ser Más dedicada a
ayudar a las personas personal y profesionalmente, muchos seres queridos me han
aconsejado que renuncie, que busque trabajo en una “empresa normal”. Debo
confesar incluso que a veces he tenido esa tentación. Pero cada vez que me lo
planteo, la decisión vuelve a ser la misma. He decidido ser coherente con lo
que pienso, con lo que siento y con mis propios valores, he decidido mantenerme
en este camino porque haciendo lo que hago le encuentro un sentido a mi vida, a
diferencia de tantas veces en que he triunfado en el mundo empresarial y me
encontraba vacío por dentro. En definitiva, he decidido pelear por mi sueño.
Sé que muchos, tal vez la mayoría, no compartirán este
mensaje, pero me da igual, mi recomendación para todos sigue siendo la misma:
sé coherente contigo mismo y persigue tu sueño a toda costa.
Querido Jesús:
ResponderEliminarLo de "querido" por supuesto ha sido intencionado ya que durante muchos años ( y hasta el día de hoy ) te considero parte de mi familia. Quería mostrarte mi alegria por haber retomado este blog que con tanta ilusión comenzaste y tras un pequeño parón veo que lo has retomado con mayor fuerza dadas las circunstancias que te rodean. Me identifico al 100% muchas de tus entradas y de tus lecturas pues muchas de ellas tambien han sido motivo de reflexión por mi parte.
Solo añadir una pequeña frase que escuché a Ramón Villaescusa en uno de sus podcasts: "Todo lo que sucede, conviene", con una clara similitud a uno de las historias que cuenta Steve Jobs en su archiconocido discurso en la Universidad de Stanford. "Cuando unes los puntos del pasado, entiendes muchas cosas del presente".
Sigue escribiendo y persiguiendo tus sueños.
Un saludo
Carlos
Querido Carlos, perdona que no te contestara antes pero por avatares del business he estado concentrado más en crear nuevas líneas junto con Marta que en atender al blog. Te agradezco mucho tu comentario y te animo sinceramente a que sigas atendiendo a estas reflexiones. Te voy a tomar prestada la frases que pones de Steve Jobs para nuestros mensajes en Facebook (échale un vistazo si tienes ocasión, estamos poniendo todo nuestro amor y nuestra experiencia en esos mensajes).
ResponderEliminarUn fuerte abrazo